Qatar 2022 se avizora como un acontecimiento mundial que trascenderá el ámbito deportivo para convertirse en una vitrina multidisciplinaria, y en este, Zaha Hadid Architects tendrá un papel protagónico. Y es que, el afamado estudio pone su firma en un espectacular estadio que dará la bienvenida a 40.000 espectadores del deporte rey.
La firma que tiene acostumbrados a sus seguidores a majestuosas obras alrededor del mundo, se hace presente en la magna cita del fútbol mundial con un estadio que exhibe notorias referencias al mundo musulmán, a su cultura, caligrafía, riqueza y pureza de estilo. El Al Janoub Stadium está ubicado en la ciudad costera de Al Wakrah, a 23 km de la capital Doha, de la cual está conectada por la línea roja del nuevo sistema de metro.
Fue inaugurado en mayo de 2019 como la nueva sede del equipo de fútbol profesional Al WakrahSports Club de la liga nacional Qatar Stars. Su construcción tomó seis años y es uno de los 8 nuevos estadios con los que abrirá la Copa Mundial de Fútbol Qatar 2022.
Un estadio itinerante
El uso del estadio una vez haya culminado la Copa Mundial, es frecuentemente uno de los temas que causa mayor polémica cuando una ciudad es nombrada sede del certamen. Normalmente, los detractores de este tipo de eventos esgrimen el argumento de que se realiza una gran inversión en establecimientos deportivos que luego no son utilizados.
El estudio Zaha Hadid Architects tomó en cuenta este requerimiento. Los 40.000 asientos que recibirán a fanáticos de todo el mundo para los juegos de grupo y cuartos de final durante la copa serán reducidos a la mitad una vez que esta termine, para ajustar el lugar a los requerimientos más modestos de los torneos locales. Los 20.000 asientos restantes, serán trasladados y donados a otros países que necesiten infraestructura deportiva.
Otra de las novedades de este estadio, es su sistema de enfriamiento. Siendo el calor del verano una de las principales preocupaciones de los organizadores del torneo, el Al Janoub Stadium posee un techo operativo cubierto con paneles solares que aseguran la energía necesaria para un sistema de enfriamiento interno que se completa cuando el techo se despliega como las velas de un Dhow -el barco típico de la región- sobre la estructura de hierro que forma el óculo del estadio. Éste forma una cápsula cerrada que protegerá a público y jugadores del sol y las altas temperaturas, al mismo tiempo que hace presente las referencias a una ciudad costera con un rico patrimonio marítimo lo cual está representado en las curvas del techo que recuerdan a los cascos de las naves pesqueras.
Útil y bello por dentro y por fuera
En cuanto a los espacios interiores, la combinación de vidrio con metales en color bronce y la impresión de celosía en las fachadas de cristal. Esto hace presente la caligrafía y la artesanía catarí brindando un toque de lujo y ostentación.
El complejo ha sido diseñado para tener espacios abiertos a actividades comunitarias. El espacio noroeste incluirá un mercado comunitario, el suroeste un parque de actividades diversas y el vestíbulo central, una gran ala de tránsito para que los espectadores entren y salgan con comodidad. Además, el estadio cuenta con un estacionamiento privado con acceso directo a la cancha para el uso de los jugadores o dignatarios.
La infraestructura se representa perfectamente los elementos culturales que los organizadores quisieron resaltar de la capital costera, pero, al mismo tiempo, las líneas curvas y voluptuosas de la obra se alinean muy bien con el legado de una firma que no incluye en su portafolio nada que no sea simplemente espectacular.
Aunque el Mundial de Qatar ha tenido sobre sí una gran polémica, sin duda, podrá pasar a la historia como la contienda en la que los estadios fueron las vedettes del juego.