Casa de Henge Hill, lo moderno que surge del pasado

Seguramente el diseñador del polaco, Bartosz Domézek, nunca imaginó el impacto que iba a generar al hacer surgir lo moderno del pasado, en la casa Henge Hill. Este proyecto de arquitectura virtual propuesto sobre los restos de unas instalaciones agrícolas, en lo alto de una colina, ha dado mucho que hablar.

Como una antigua fortificación encumbrada para salvaguardarse, esta casa mira hacia un entorno natural bellísimo e inspirador.  Su estructura base es la del edificio original, lo que supone una suerte de homenaje a otros tiempos. Pero su interior es otro mundo, es otra cosa, o como el mismo Domézek lo ha definido, es un espacio único porque en el que se han hibridados materiales que la han convertido en una edificación que es a la vez rústica y moderna.

Henge Hill es pues la prueba del progreso tecnológico constante, y de las grandes y nuevas posibilidades que los arquitectos y diseñadores poseen para crear formas únicas de entornos generados por computadora. Y es que la visualización arquitectónica permite no solo discernir mejoras, sino pensar en claro los cambios que, según las necesidades o pedidos de los clientes se pueden hacer.

Saliendo del caparazón

Lo que hace a la casa Henge Hill casi una obra de arte, es la genialidad de su creador al hacerla surgir de su ruinosa concha estructural. Y es que no se le ocurrió otra cosa que aprovechar el plan radial y su arcada, como base dentro de la cual insertar una residencia con todas las comodidades contemporáneas.

Así pues, el proyecto es de cara hacia afuera, hacia los olivares distantes e inclinados, una carcasa de piedra oxidada de amplia fachada arqueada. Caparazón que se restaurará parcialmente y se utilizará como un ancla para la serie de habitaciones se organizarán en ella.

El muro desgastado de la casa parece crear una bóveda histórica que divide y la enmarca, recordando la atmósfera de una ruina encontrada en una montaña. Pero mágicamente, el amplio corredor curvado entre el nuevo interior y la cáscara preexistente sirve para revelar el paisaje a medida creado y que enamorara al visitante.

La vivienda continúa alrededor de un pequeño patio central para extenderse aún más por debajo, por una pendiente excavada para proporcionar áreas de servicios de apoyo, y por supuesto mayor privacidad. Los interiores de Henge Hill son punto a parte. De diseño contemporáneo como ya dijimos, estos incluyen todos los avances tecnológicos que se pueda imaginar. No obstante, la cocina y su elegancia clásica es tal vez uno de los mayores logros de la casa.

Con una isla central de mármol, gran espacio de encimeras, pisos de terracota y luz natural gracias a que la misma se abre a una de sus majestuosas vistas, es un espacio que invita a crear y disfrutar al mismo tiempo. Cualquier cosa puede surgir de este lugar, al que fácilmente se le pueden añadir electrodomésticos lujo bellamente integrados en toda esta estructura.

Finalmente, la cereza de este este proyecto es, sin duda, la piscina. Usando la cuenca natural del terreno esta surge como un escape paradisiaco. Esta se eleva por encima del nivel del techo principal, por lo que el espacio creado es muy íntimo y ofrece una vista panorámica al mismo tiempo.

Luego de ver todo solo queda la sensación de que la casa Henge Hill no es más que la prueba de que en la arquitectura de la actualidad los sueños, no tienen fin.