Diseño y neuroarquitectura: las claves del futuro 

Definitivamente una nueva tendencia que está tomando protagonismo en lo referente a la construcción son, sin lugar a dudas, el diseño biofílico y la neuroarquitectura. Estos enfoques que buscan redefinir la relación entre el entorno construido y las necesidades humanas aprovechan la conexión innata que tenemos con la naturaleza para crear espacios que promuevan la salud y el bienestar. 

Pero ¿qué son? ¿Y cuál es la apuesta que sugieren? Te lo contamos. 

La prospectiva de la arquitectura del siglo XXI 

La arquitectura del siglo XXI se perfila hacia un enfoque más holístico, en el que se reconoce que los edificios y espacios no son solo estructuras físicas, sino entornos que impactan profundamente en la calidad de vida de las personas que los habitan. La neuroarquitectura y el diseño biofílico representan pues una evolución natural en este camino hacia la arquitectura centrada en el ser humano. 

Algunos de los beneficios que nos traería este enfoque serían: 

• Aumento del bienestar: La neuroarquitectura busca comprender cómo el entorno físico afecta a nuestras emociones y estado de ánimo. Al diseñar espacios que promuevan la calma y la felicidad, podemos mejorar significativamente la calidad de vida de las personas. 

• Fomento de la creatividad y la productividad: Los entornos que incorporan elementos naturales y características biofílicas pueden estimular la creatividad y la productividad. La presencia de plantas, luz natural y colores inspirados en la naturaleza puede potenciar la capacidad cognitiva. 

• Reducción del estrés: La exposición a entornos naturales y la incorporación de elementos de diseño biofílico pueden reducir el estrés. Esto es especialmente relevante en entornos de trabajo y atención médica, donde la calma y la relajación son fundamentales. 

• Mejora de la salud: Los espacios diseñados con principios biofílicos pueden tener un impacto positivo en la salud física, incluida la reducción de la presión arterial y la promoción de hábitos de vida saludables. 

• Mayor conexión con la naturaleza: La integración de vistas naturales, la luz del día y la presencia de elementos naturales en el diseño de interiores permite una mayor conexión con la naturaleza, incluso en entornos urbanos. 

La vivienda ideal para este siglo 

Imaginemos el hogar ideal del futuro, donde se apliquen plenamente los conceptos de diseño biofílico y neuroarquitectura. Debería tener las siguientes características: 
 
Espacios abiertos y luminosos: diseñados para maximizar la luz natural. Las grandes ventanas y los espacios abiertos conectarían el interior con el entorno natural circundante.  
 
Elementos naturales: incorporar elementos naturales como la madera, la piedra y el agua en el diseño interior. Los colores y patrones se inspirarían en la naturaleza, creando un entorno relajante y armonioso.  
 
Zonas verdes interiores: con jardines interiores o patios con vegetación. Estos espacios proporcionarían un refugio verde dentro de la casa, fomentando la relajación y la conexión con la naturaleza.  
 
Tecnología saludable: utilizando tecnología para controlar la iluminación, la temperatura y la calidad del aire para optimizar la salud y el bienestar de los residentes. La iluminación biodinámica se adaptaría a los ritmos circadianos para mejorar el sueño y la energía durante el día. 

Espacios flexibles y cómodos: el diseño se centraría en la comodidad y la flexibilidad. El mobiliario y los espacios podrían ajustarse a las necesidades cambiantes de los residentes, fomentando la funcionalidad y la satisfacción.  

Sonidos de la naturaleza: los sonidos de la naturaleza, como el agua corriente o el canto de los pájaros, se incorporarían mediante sistemas de sonido integrados para crear un entorno auditivo relajante.  

Conexión con el exterior: habría una conexión sin fisuras con los espacios exteriores, como terrazas o balcones, para permitir una transición suave entre el interior y el exterior. 

El diseño biofílico y la neuroarquitectura son avances apasionantes en arquitectura y diseño de interiores. Mejoran el aspecto de los espacios e influyen positivamente en la salud y el bienestar de las personas. La casa ideal del futuro integra la naturaleza en todos los aspectos de su diseño, creando un entorno que fomenta la felicidad y la armonía con el mundo natural.