Monkey House, un refugio en la selva brasilera para tiempos de pandemia

Cuando empezó la pandemia muchos desearon internarse en la selva, y tener un refugio como Monkey House. La cabaña de madera entre los árboles de Serra Paraty, construida por el atelier de Marko Brajovic, es una suerte de casa de “huéspedes” que el conocido arquitecto ideó, cerca de ARCA, la casa a la que Brajovic se llevó a su esposa, dos hijos y perros cuando comenzó la epidemia del coronavirus.

Inspirada en la verticalidad de la selva amazónica, Monkey House es una cabaña de techo a dos aguas en metal, que ofrece la posibilidad de acercarse a las crestas de los árboles, de manera suave y sutil, conectando con sus innumerables habitantes del reino de la flora y la fauna.

La estructura, que tiene un marco de madera, trabaja sinérgicamente entre componentes de madera -todos del mismo perfil-, cubiertos por piel de galvalume y aislamiento termoacústico. Construida en un área de bosque secundario, e instalada entre árboles, ocupa un área pequeña de 5m x 6m, lo que significa que es una construcción de cero interferencias en la vegetación local de área total de 86m2.

Airbnb de la selva

Al hablar de Monkey House, Brajovic confiesa que fue hecha como una casa pensada para alojar amigos y de vacaciones para alquileres a corto y medio plazo en la plataforma de Airbnb. El arquitecto dijo en entrevista al portal Dezeen que, al quedarse durante la pandemia en su propiedad (ARCA) se dio cuenta que muchas otras familias estaban haciendo lo mismo.

«La segunda casa se convierte en la primera o la gente se muda a comunidades más pequeñas, a áreas más resistentes y seguras», agregó.

La cabaña construida sobre muchos pilotes delgados es una casa que permite entender cómo funciona la dinámica de los árboles en la selva, los cuales luchan por hacerse de la preciada energía solar para crecer.

Este refugio de varios pisos, y que posee todas las comodidades de la vida moderna, alberga en su azotea una suerte de observatorio. “Un lugar de encuentro y reencuentro, para observar la Naturaleza dentro y fuera de nosotros, para aprender y relacionarse de forma regenerativa”.

El regreso de los monos

Un dato muy interesante compartido por Brajovic en Dezeen, es la razón por la que construyó esta cabaña. “Hace unos años desaparecieron los monos que vivían al pie de Serra en Paraty. Se dijo que la fiebre amarilla que cundía en la zona estaba contagiando a las familias de primates y ellos decidieron inteligentemente huir. En 2020, al inicio de la pandemia, el día en que empezamos a pensar en una casa conectada a la magnitud de los árboles, ahí reaparecieron. ¡Una familia de capuchinos, una tribu completa! Regresaron y nos enseñaron el camino, dónde y cómo diseñar nuestro proyecto».

Explicó el arquitecto que este regreso, y la forma en que estos monos hacían del hábitat circundante su hogar, fue lo que le movió a realizar un proyecto con estas características.

Monkey House es pues una obra 100% inspirada en su entorno. De hecho, Brajovic diseñó después de observar el sistema mediante el cual las palmeras Juçara -nativas de la zona- usan sus raíces para anclar su delgado tallo a la tierra.

Toda la estructura está hecha con elementos de la zona. La madera usada en esta, por ejemplo, es conocida como garapeira, una madera tropical de color oscuro, la cual se mezcla en la construcción con bambú.

La decoración y los muebles de este refugio en la selva son una mezcla de diseño japonés e indígena, las cortinas fueron hechas localmente con redes de pesca, mientras que el resto de los detalles fueron fabricados por Guaraníes, indígenas del sur de Brasil y Paraguay.