
Space Perspective ha revelado el diseño de la primera zona lounge espacial, y es sencillamente, de otro mundo. Lo que parecía imposible está cada vez más cerca de hacerse realidad: descansar y relajarse en un paseo espacial.
Si bien la imagen que se tiene sobre los viajes espaciales remite a entornos luminosos y metalizados donde astronautas se encuentran embutidos de manera compacta con muy poca libertad de movimiento a pesar de estar en gravedad cero, los viajes espaciales ofrecidos por Space Perspective se parecen más a un viaje de crucero en el que la comodidad y la amplitud son tan importantes como la seguridad abordo.
Así pues, los valientes que se animen a pasear fuera del globo terráqueo, lo harán a bordo de una cápsula espacial que, suspendida de un globo, recorrerá el espacio por 6 horas en una experiencia sin igual. ¿Se anima?
Una cápsula de lujo
Los detalles revelados por Space Perspective, muestran lujo y sofisticación de primera clase. Se trata de nueve asientos reclinables, giratorios y reconfigurables para albergar a un máximo de ocho pasajeros más el piloto. Todos con vista preferencial y de 360° para disfrutar del espectáculo estelar a través de ventanas panorámicas de 1,5 metros de altura que ostentan el récord de ser las más grandes de una nave espacial.
Pero si observar al planeta desde fuera no es suficientemente atractivo, la experiencia se complementa con un bar incluido en la cápsula. En este los viajeros podrán disfrutar de lujosos cócteles y comidas de igual nivel.
Pero hay más. Los asientos pueden acomodarse de acuerdo con el evento, ya que la cápsula puede ser la locación de una cena romántica para dos, un viaje familiar o hasta una pequeña boda. Y como en estos tiempos, si no se muestra, no existió, toda la cápsula está equipada con Wifi para hacer transmisiones en vivo y hasta tiene un espacio central despejado para tomar fotos grupales.

3,2,1… ascenso!
Una diferencia sustancial entre la cápsula Neptuno de Space Perspective y cualquier otra nave de este tipo, es que al estar sujeta del globo, la nave no despega, sino que asciende. Es decir, el acostumbrado despegue que surge luego de una explosión que todos hemos visto en televisión, es sustituido por el suave ascenso a 12 metros por hora de la cápsula. Esto se traduce en que el viaje en ella es adecuado para cualquier persona que pueda tomar un vuelo comercial.
De manera que el turismo espacial está cada vez más cerca y ya no será un privilegio de los astronautas, sino de aquellos que puedan pagarlo.