Imaginar una típica casa japonesa, incluye invariablemente, un jardín de bambú, una pintura de dragones y paneles de shoji… ¡Sí! Leyó bien, shoji. Un término desconocido para una imagen tan recurrente.
Shoji es el tipo de puerta típica de las viviendas japonesas, también conocidas como pantallas, que consisten en una lámina de papel washi traslúcido enmarcado en madera, que generalmente es corrediza o se dobla en distintos paneles para ocupar el mínimo espacio. Su uso se remonta a la dinastía Han en China, aunque empezaron a formar parte de la tradición japonesa a partir del siglo XV.
El regreso milenario
En estos tiempos en que la arquitectura busca optimizar el uso de los recursos, el shoji regresa como una excelente opción. Permite dividir espacios utilizando paneles de apenas unos centímetros de grosor, aprovechando la luz entre los salones y brindando una sugerente privacidad.
La posibilidad de instalar carriles en los techos a través de los cuales se muevan estos paneles, puede ofrecer incluso, el poder modificar el diseño interno de los salones, cambiando su tamaño según la conveniencia del usuario. Esta es la razón, por la que vuelve a la palestra como una herramienta de diseño y decoración espléndida.
Nuevas versiones
Tradicionalmente, el papel shoji proviene de la fibra del árbol de Ciprés, lo que lo hace bastante resistente a la humedad y al tacto frecuente, además se acostumbra a pintarlo con patrones tradicionales.
Sin embargo, hay nuevas versiones que garantizan una mayor durabilidad, como las pantallas de vinilo o el papel de arroz acrílico que dan el mismo efecto pero son resistentes al agua, por lo que se facilita su mantenimiento.
Los nuevos proyectos
Los arquitectos Yoshiaki Yamashita y Kento Morita, diseñaron en un callejón de apenas 2 metros de ancho, una espectacular vivienda vertical, utilizando el shoji como principal herramienta para la división de los espacios. Esto, acompañado por un ingenioso diseño de distintos niveles y accesos de luz natural, dieron origen a la Shoji House, prototipo que ofrecen para el máximo aprovechamiento del espacio en una ciudad como Tokyo.
De esta casa de diseño completamente minimalista. Llama la atención que cuente con una fachada sin ventanas en los dos lados a la calle en las que está ubicada, pero a contrario de lo que pudiera pensarse eso no causa ningún problema, ya que la técnica shoji le provee de la luz necesaria.
En la Shoji House el método de iluminación de la esta técnica japonesa de división de espacios con pantallas, filtra la luz del día dentro de la propiedad aportándole a la misma no solo privacidad y luz, sino que la aísla de las vistas antiestéticas que la circundan.
Así pues, el shoji es un caso más en el que antiguas formas de construcción se erigen cómo soluciones inteligentes para los nuevos urbanismos.