Los íconos rara vez pasan de moda y si bien entre el EB333 de hace 30 años y esta nueva versión de finales 2017 hay grandes diferencias, en ellos se conserva ese distintivo “buen hacer” que caracteriza a la marca Gaggenau.
Este horno individual de 90 cm es prácticamente una joya. Elaborado de manera casi artesanal, en una época en la que todo parece ser hecho por máquinas. En su hechura y materiales está grabado el sello indeleble de alta calidad y perdurabilidad Gaggenau, elementos que, sin duda, convierten a este horno en más que un electrodoméstico de lujo, lo hacen todo un clásico de la cocina.
Las nuevas versiones de un clásico alemán
El nuevo EB333 tiene un diseño imponente y un funcionamiento infalible, es la mejor muestra de filosofía de diseño de vanguardia de la marca. Sus antecesores, el EB374 (1986), EB378 (1989), y el EB388 (1998 y 2004) fueron hornos que marcaron época y se hicieron de la preferencia tanto de profesionales de la cocina como de los usuarios en los hogares. Esta nueva versión busca remontar la historia de sus predecesores y colarse en la preferencia de todo aquel que quiera hornear con precisión que ofrece las bondades de lo más nuevo en tecnología.
Entre las variaciones de este clásico de Gaggenau está el EB333 110 que es un horno multifuncional. Hecho en acero inoxidable, material siempre presente en esta marca, este incorpora una pantalla táctil TFT que hace sencillo e intuitivo su manejo. El panel frontal de la puerta está creado a partir de una sola hoja de acero inoxidable de 3 mm que abarca íntegramente los 90cm característicos de este modelo.
Entre las características que hacen única a esta variación, está un mecanismo de cierre amortiguado que evitará ese molesto ruido de golpe que algunos hornos tienen. Viene con iluminación diagonal para visualización de lo que se hornea, un sistema de limpieza automática por pirólisis (lo que sin duda muchos agradecerán) y la introducción de 17 métodos de cocción, con termosonda, asador giratorio y piedra pizza.
Con capacidad de 83 litros, su control de temperatura le permite manejar intervalos que van de los 50ºC a los 300ºC. Posee también un ventilador de aire caliente que al girar en ambas direcciones permite una más homogénea distribución del calor en la unidad. Y por si fuera poco, la puerta de vidrio es termo-aislada, tiene seguro para niños y sistema de refrigeración con protección de exceso de temperatura que le permitirá hornear a sus anchas y con toda tranquilidad.
En definitiva, este retorno del clásico EB333 le asegura a Gaggenau un punto más en su apuesta por revolucionar la manera de concebir la cocina.