El estudio asiático de arquitectura futurista MAD reveló recientemente el diseño propuesto para el centro cultural de Aranya, una comunidad situada en la pintoresca costa de Beidaihe, China. La estructura suave y redondeada ha sido bautizada como el «Centro en la Nube» debido a su etérea forma, similar a una nube.
Según los arquitectos de MAD, el centro cultural de Aranya fue concebido como la idea de representar una ‘nube flotante junto al mar’, en la que tuvieran cabida diferentes manifestaciones artísticas. Con una superficie total de 2.579 metros cuadrados, el Centro en la Nube de Aranya albergará una amplia gama de funciones que incluyen una sala de conferencias, un pequeño teatro y un espacio para exposiciones.
Aunque ha sido muy reciente su presentación al público, el Centro en la Nube es un proyecto cuya construcción comenzó en marzo de este año. De hecho, las estimaciones de sus hacedores aseguran que la construcción del mismo estará terminada a fines de 2021, para que el proyecto sea inaugurado en 2022.
Las curiosas formas de una nube cultural
Sin duda las formas de esta edificación llaman muchísimo la atención. Con una pared circular baja que dibuja el límite del sitio y envuelve el generoso paisaje que lo circunda, el Centro en la Nube parece una pieza gigante esculpida en piedra blanca. El césped ondulado a su alrededor, además de las rocas blancas colocadas hacen parecer el lugar una constelación de planetas.
Pero nada de esto sorprende. MAD Architects se distingue por crear obras de estas características.
Este centro cultural polivalente es un edificio que está articulado en forma lisa que parece flotar gracias a que su base es predominantemente acristalada. Explican los arquitectos que la fachada de la ‘nube cultural’ estará revestida con vidrieras blancas, lo que dará como resultado una superficie pura y pulida que reflejará los árboles circundantes y el cielo; con ello el efecto “nube” propuesto será tangible.
Asimismo, este tendrá enormes voladizos estructurales, el mayor de los cuales alcanza los 30 metros de largo, lo que ayudará a crear la monumental apariencia etérea de su diseño. Uno de los retos más interesantes que se plantearon los arquitectos de MAD fue el de crear un espacio interior libre de columnas, lo cual lograron desarrollando un volumen equilibrado y suspendido por un núcleo central que da soporte a toda la estructura.
Para llegar al Centro en la Nube, MAD diseñó un camino sinuoso que conducirá a los visitantes hasta la entrada del edificio, donde un espejo de agua que refleja tanto el edificio como todo en su entorno, difuminarán el límite entre el centro y naturaleza, interior y exterior. El efecto es pues el de un gran espejismo.
El espacio interno principal del centro consta de una sala de usos múltiples que se extiende hacia el cielo del edificio a través de un techo giratorio. Por encima de los espacios, una serie de lucernarios permite la entrada de mucha luz natural al interior para reducir el consumo de energía.
Esta construcción evidentemente poseerá numerosos espacios abiertos delimitados por paredes móviles que ofrecerán un alto grado de flexibilidad espacial para satisfacer las necesidades de exposiciones, representaciones teatrales, conferencias y una variedad de otras funciones.
Y aunque todo esto suena fantasioso, no habrá que esperar mucho para ver esta obra cuya descripción parece más sueño que realidad.