La era post-Covid está sacando de las entrañas de la imaginación cualquier cantidad de ideas, una de las más temerarias: Skylines, el rascacielos autosuficiente que pone un jardín en el cielo neoyorquino. Este rascacielos conceptual diseñado por el estudio del arquitecto italiano Piero Lissoni y su socio Luis Casal Ribeiro proponen un edificio que proporcionaría un ejemplo de vida autosustentable en el medio de la Gran Manzana.
Recientemente, Casal Ribeiro, dijo a la revista digital Dezeen que imagina a Skylines como un rascacielos autosuficiente que no solo se proporcionará su propia energía y recursos, sino que cuenta con instalaciones para que sus ocupantes vivan a sus anchas. Esto quiere decir que el edificio tendría una escuela, instalaciones deportivas y hasta un hospital.
El proyecto Skylines del estudio Lissoni Casal Ribeiro que ganó una mención honorífica en el desafío de rascacielos Skyhive 2020, imagina pues una mini ciudad con jardín vertical incorporado, en un sitio hipotético de la imponente New York. Según sus creadores, Skylines es un edificio inspirado en la naturaleza que propone un ecosistema completo y autosuficiente. La torre polivalente recogería el agua de lluvia y captaría la energía del sol y el viento, transformándola en electricidad para uso de sus habitantes.
La luz que el Covid nos dejó
Las edificaciones autosuficientes se han vuelto una tendencia más importante a la luz de la pandemia mundial que ha paralizado la economía en 2020. Es por ello que, en sus declaraciones a Dezeen el portavoz del estudio Lissoni Casal Ribeiro dijo que el Covid-19 ha puesto a todo el mundo a reflexionar sobre lo débiles que somos ante una pandemia.
“Esta situación nos ha servido de advertencia después de que todo el planeta prácticamente cerró durante tres meses, enseñándonos que las infraestructuras del futuro también deben imaginarse para tomar cuenta de la vida en el posible caso de otro encierro ”, señaló.
Asimismo, afirmó que este terrible escenario ha puesto de manifiesto las debilidades y carencias a nivel estructural que tiene el mundo actual, y esto es lo que ha llevado a muchos arquitectos y estudios a idear nuevas formas de pensar la ciudad y las infraestructuras.
¿Y como es él?
Skylines sería pues un rascacielos de 80 por 130 metros, con esquema de energía geotérmica y paneles fotovoltaicos para generar energía. Como se dijo anteriormente, éste utilizaría un sistema de recuperación de agua de lluvia y gestión del uso de la misma.
En cuanto a su diseño, este estaría envuelto en una cortina de cables de acero que formaría una estructura cónica, la que a su vez sostendría plataformas de jardines colgantes que correrían alrededor de una torre acristalada en el centro. Explicó a Dezeen el portavoz del estudio, que la idea es que, con el tiempo, estas plataformas se cubran de árboles y arbustos para crear un «bosque urbano vertical».
Adicionalmente, en el interior de la torre de vidrio, los espacios habitables se organizarían verticalmente. Así pues, las zonas para las actividades públicas y culturales estarían localizadas en los niveles inferiores, mientras que los huertos sin suelo e instalaciones deportivas estarían en los pisos superiores.
Quizás la idea más revolucionaria de Skylines es la incorporación de un hospital en su estructura. Según Lissoni Casal Ribeiro este hospital estaría inmerso en una zona verde para generar bienestar y bien equipado para hacer frente a cualquier emergencia sanitaria.
Por encima de esto, habría escuelas y hasta una universidad, también espacios para oficinas y coworking. En lo referente a la parte residencial del edificio, esta se ubicaría en los pisos superiores para aprovechar las vistas.
Como verán toda esta pandemia ha generado que mentes brillantes empiecen a construir un mundo repleto de respuestas y respetuoso del medioambiente. Al final pareciera que la arquitectura (al igual que otras grandes industrias) se ha dado cuenta que la consigna de los nuevos tiempos es trabajar en pro del planeta que da casa a toda la humanidad.