A medida que el mundo siga cambiando, la arquitectura también lo hará. Es por eso que, según las estimaciones, en el 2023, este sector estará marcado por las últimas tendencias y tecnologías.
He aquí tres grandes vertientes que los expertos predicen que veremos en el campo de la arquitectura en los meses por venir.
La sostenibilidad es la regla
En primer lugar, se prestará más atención a la sostenibilidad. Cada vez más los arquitectos son conscientes del impacto que sus diseños tienen en el medio ambiente y es por ello que en los últimos años, hemos visto cómo [CM1] tratan de incorporar tanto materiales sostenibles, como reciclados y renovables, en sus obras.
Esto significa que en el futuro veremos más edificios construidos con materiales y recursos renovables y de menor impacto medioambiental. En pocas palabras, es muy probable que la utilización de paneles solares, turbinas eólicas e incluso sistemas de recogida de agua de lluvia, dejen de ser una excepción para convertirse en una norma.
Además, los expertos aseguran que será cada vez más común que los arquitectos utilicen la iluminación y la ventilación natural para reducir la necesidad de sistemas eléctricos.
Las curvas mandan
Todo parece indicar que en 2023 los arquitectos empezarán a abrazar más la belleza de las curvas. Los diseños atrevidos y creativos, con líneas sinuosas cobrarán protagonismo en muchos proyectos arquitectónicos que se develarán a lo largo del año.
De esta manera, las líneas elegantes y las formas orgánicas aportarán dinamismo a cualquier edificio, permitiendo composiciones más interesantes que invitan a la exploración y la admiración. 2023 será sin duda un año de innovación y experimentación en arquitectura, a medida que los proyectos con estructuras curvas cobren vida.
De hecho, se espera que esta tendencia se manifieste de diversas formas. Desde tejados curvos a muros en forma de ola. Las estructuras con ondas no sólo son estéticamente agradables, sino que también pueden tener armazones más sólidos y aportar ventajas adicionales. Por ejemplo, los muros curvos pueden servir para desviar los vientos, reducir el ruido e incluso aumentar la estabilidad estructural.
El regreso a lo simple
Aunque parezca paradójico, la simpleza del minimalismo le hará contrapeso a la ostentación de lo curvo en la arquitectura de este año. De hecho, más allá de lo puramente estructural, esta será una tendencia importante en la decoración de interiores que se extenderá más allá de 2023.
Su enfoque en líneas y formas limpias y sencillas, combinado con el uso de materiales naturales y una paleta de colores que suele ser neutra, hará que disfrutemos de espacios de aspecto atemporal que serán a la vez modernos y elegantes.
Así que como verás los meses por venir nos regalarán una arquitectura interesante cuyo foco será el respeto al medio ambiente, y que se moverá a través de matices como el desenfado de la curva y la belleza de la simplicidad.