Un kinder de altura en China

La arquitectura de los establecimientos educativos es en estos momentos muy importante para los grandes estudios. En ellos las mejores ideas, y las más  ingeniosas soluciones son desplegadas. Para ejemplo el kinder de Dalingshan, China.

En la montaña de Dalingshan, uno de los poblados más pobres de este milenario país, se erige un complejo educativo dedicado a los más pequeños con el propósito de incentivar la creatividad y las artes en los estudiantes, y la interacción social de la comunidad. El diseño de la impresionante construcción está a cargo del estudio Dika Design.

Como caído del cielo

En los alrededores del centro de lanzamientos espaciales de China, Xichang Satellite, Dika Design  desarrolló uno de sus singulares y divertidos proyectos para el sector educativo. La firma que es conocida por diseñar escuelas con formas divertidas y tecnología sustentable hizo aterrizar en las montañas de Dalingshan un centro educativo con forma de cápsula espacial que muy bien podría ser visto también como una nube por sus formas curvas.

La construcción abarca un espacio de 4.950 metros cuadrados y está compuesta por diferentes naves con formas irregulares para emular la topografía del lugar y geométricas para contrastar. Todo en un blanco impecable y salpicadas de tragaluces y ventanas de piso a techo para dejar el paso a la mayor cantidad de luz natural.

Entre los espacios de ocio la escuela cuenta con una cancha de básquetbol y diferentes patios de usos múltiples, así como otros patios de juego en los techos de algunos de sus edificios que se comunican entre sí a través de puentes, formando una estructura asimétrica y completamente comunicada.

El centro de las miradas

El mensaje en este caso es claro. Poner a la educación de los niños en el punto focal de la actividad cotidiana y convertir a la escuela en el centro de las actividades sociales de la comunidad. ¿Cómo? Incentivando el juego en exteriores con patios y parques en los techos de las naves y grandes espacios comunes alrededor de las aulas.

La extensión de la escuela, sus curiosas formas y sobre todo, su color blanco, rompe con toda la monotonía visual del valle, convirtiéndose en una referencia obligada para la población.

Vista desde lejos, el concepto de “cápsula espacial” se diluye. Más bien la escuela parece copiar las formas de las montañas del valle que la rodea. Lograr este efecto, fue un reto de diseño que el equipo solucionó incorporando techos con forma de cúpulas de distintos niveles y edificios de dos y tres pisos.

Para mayor diversión de los niños, la edificación cuenta con pasadizos, resbaladillas y diversos tipos de escaleras, haciendo el traslado de un lugar a otro una aventura y dándole la oportunidad a los estudiantes de construir historias con su creatividad e imaginación.