Los sí y no del Feng Shui en la cocina

La milenaria práctica del Feng Shui se basa en la creencia de que la armonía en los espacios es causante de la prosperidad, la tranquilidad y la salud en el hogar. ¿Lo sabías? ¿No? Pues te contamos más.

Para los orientales, el orden y la limpieza, así como una decoración -acorde con ciertos principios básicos-, garantiza la buena fortuna en nuestra casa. Tales han sido los resultados que, la práctica del Feng Shui, se ha extendido por todo el mundo, llevando a arquitectos, diseñadores y decoradores de interiores a especializarse en el área.

A continuación, te presentamos algunas ideas para hacer de tu cocina, un espacio más armónico de acuerdo con esta antigua disciplina.

Los elementos del Feng Shui

Empecemos con las nociones básicas. Tierra, metal, agua, madera y fuego son los elementos en los que la materia se agrupa, según el Feng Shui.

La combinación de ellos puede traer diversos efectos, y dependiendo del lugar de la casa, estos pueden o no ser convenientes.  Por ejemplo, en la cocina, los elementos más utilizados son fuego y agua, pero al ser opuestos, se recomienda que no estén cerca. Es decir, la estufa, en la medida de lo posible, no debería estar cerca del fregadero o la nevera.

Cuando la distribución del espacio no está acorde a los principios del Feng Shui, se utilizan «curas» para solventar el desequilibrio. Esto consiste en simplemente incluir otro elemento que pueda equilibrar la energía.

Te ponemos un ejemplo. En el caso del fuego y el agua, de tu cocina no pudieran estar a distancia, la recomendación sería colocar una superficie de madera entre estos para generar armonía.

Los Sí del Feng Shui

Orden y limpieza son claves en el Feng Shui. Por ello, mientras más organizada esté la cocina y con menos cosas a la vista, mejor. En este sentido, elegir organizadores y contenedores que mantengan todo en su lugar, tanto dentro como fuera de los gabinetes, es muy recomendado.

Por otro lado, los colores más adecuados son la combinación de tonos verdes con beige, ya que estimulan la prosperidad y el flujo de riqueza.  La paleta se extiende hasta los tonos tierra porque fomentan la calidez e inducen al buen apetito.

El color blanco, por su parte, es siempre permitido ya que implica pureza y paz mental. Así que como ves, en esto de aplicar los colores de Feng Shui a la cocina no es muy complicado.

Los No del Feng Shui

Aquí es cuando la cosa se pone complicada. Por ejemplo, según esta disciplina oriental, colocar la estufa en frente de la puerta de la cocina es un NO rotundo. La razón es la creencia de que esto puede hacer que la energía entrante se mantenga caliente y alterada, por lo que no es recomendable.

Otro detalle a este respecto tiene que ver con el número de las cosas en esta estancia del hogar. Sillas o muebles en número impar, según el Feng Shui, promueven desarmonía.

En cuanto a los colores, pues los decoradores y diseñadores de interiores deberán saber que según este método milenario, los tonos azules o grises son desaconsejables. ¿Por qué? Sencillo: enfrían el entorno y las relaciones.

Otro importantísimo punto tiene que ver con el manejo de los desechos. Tener basura a la vista, no solo es antihigiénico y afea los espacios, sino que, para el Feng Shui, es un imán para la energía de pobreza y enfermedad.

Seas o no creyente de este tipo de tendencias, no cabe duda de que el Feng Shui apela mucho al sentido común. Y si este, además, puede promover la armonía y la prosperidad en el hogar, qué sus consejos sean bienvenidos. ¿No te parece?