Fuerte y flexible como el bambú… literalmente

El bambú es flexible y fuerte lo que le permite mantenerse firme ante vientos, porque no se parte. Si, puede leerse como un adagio o como una filosofía de vida, pero en este caso, se refiere al motivo por el cual el bambú comienza a constituirse como un material de construcción interesante.

Las construcciones hechas con bambú son económicas, altamente resistentes y con mínimo o ningún impacto sobre el medio ambiente. Es un material de fácil manipulación, que puede adoptar las curvaturas necesarias y que es permeable.

Ciertamente, las construcciones de bambú forman parte del acervo cultural de los pueblos de los que esta planta es originaria. Pero tal como está ocurriendo con otro tipo de fibras y materiales, la intervención de la tecnología está girando la mirada de los arquitectos a la sabiduría tradicional para utilizar este material en una nueva generación de construcciones que apuestan por la sostenibilidad, durabilidad y la seguridad.

Desde proyectos de viviendas de bajo costo hasta grandes y lujosos resorts están encontrando en el bambú un interesante protagonista para sus construcciones.

Más que una planta

El bambú crece y se reproduce con mucha facilidad y rapidez en ambientes cálidos y húmedos, sin necesidad de mayores cuidados. Entre sus propiedades de construcción resaltan su flexibilidad y resistencia a la alta tensión por lo que es un material ideal en construcciones antisísmicas. Adicionalmente, los muros de bambú ofrecen ventilación cruzada, lo que los hace ideales en condiciones de muy altas temperaturas porque facilita un ambiente agradable y de muy baja humedad.

Por otro lado, el bambú tiene la propiedad de captar altas concentraciones de CO2, funcionando como un limpiador del ambiente, lo que favorece a la renovación del aire y disminuye la huella de carbono de las actividades que se desarrollen en sus entornos. Así, el bambú es un material ideal para ser utilizado en lugares en los que el respeto al medioambiente sea una premisa.

Tal es el caso del Castawey Island Resort, construido por el estudio Vo Trong Nghia Architects en el archipiélago de Cat Ba en la costa norte de Vietnam. Se trata de una hilera de villas a lo largo de 300 metros de una playa privada con capacidad para albergar a 150 turistas en cabañas residenciales de dobles pisos con techos parabólicos de bambú y paja.

La construcción está anclada a la arena de la playa con clavos de bambú y los muros están tejidos con fibra de la misma planta.  Toda la edificación se logró sin afectar el ecosistema de la isla y puede ser desmontada rápidamente de la misma manera, dejando completamente intachable el paisaje.

El complejo aloja también un restaurante completamente construido en bambú, con un impresionante techo tejido con varas de bambú en un intrincado entramado que recuerda, por su forma, a las estructuras góticas de una catedral, pero en una escala bastante más pequeña.

El estudio Vo Trong Nghia exhibe en su portafolio otras obras en las que el bambú es el protagonista como el Eco-resort Pavilion en Hanoi. Este es un restaurante que reposa debajo de una estructura de 38 arcos de bambú de 20 metros de longitud en un espacio de 490 metros cuadrados. Otro ejemplo es el Bamboo Stalactite, una estructura de disfrute social, completamente construida de bambú compuesta por 11 módulos de estructuras hiperbólicas ubicadas en un área de 290 metros cuadrados en Venecia, Italia.

Firme ante la tormenta

La resiliencia podría ser una cualidad del bambú. Su fortaleza ante los desastres naturales y la capacidad de una rápida reconstrucción con mínimos costos materiales, lo proponen como el candidato número uno en la construcción de viviendas en zonas de riesgo constante.

Así se desarrolla en proyecto Blooming Bambu Home de H y P Architects, que construye casas en Vietnam para poblaciones de muy bajos recursos que sufren constantemente los embates del clima que dejan cerca de 500 fallecidos al año por desastres naturales y muchísimos afectados por la pérdida de sus hogares.

Estas casas pueden construirse en 25 días con un costo de 2.500$ por unidad utilizando la mano de obra local. Las casas incluyen muebles internos como catres, sillas y mesas y están elevadas del piso para permitir un mejor drenaje del agua de lluvia. Estas construcciones además de utilizarse como viviendas también son adecuadas para escuelas y centros sociales.

Libre de emisiones de carbono

En Tailandia, Chiangmai Life Architects and Construction diseñó el pabellón deportivo para la Escuela Internacional Panyaden completamente construido de carbón y tierra, libre de emisiones de carbono. La estructura puede cobijar a los 300 estudiantes de la escuela en un espacio de múltiples propósitos deportivos acondicionado con canchas de baloncesto, voleibol, bádminton y futsal en los 782 metros cuadros de construcción.

El espacio es soportado por vigas de bambú de 17 metros de largo, dejando a la vista dentro del recinto a un hermoso entramado de vigas entrelazadas. Por fuera estas están recubiertas por un techo de tejas de tres niveles que asemeja una flor de loto, símbolo de la pureza del budismo, eje fundamental de las enseñanzas de esta escuela.

Ante tantas ventajas de costo, mantenimiento, construcción y desmantelamiento, además de los beneficios que aporta al medio ambiente, no será de extrañar que en los próximos años, el bambú cobre una mayor preponderancia en la construcción, sobre todo en los países cuyas condiciones climáticas pueden aprovechar las cualidades de ventilación y durabilidad de este noble material.