Haber pasado gran parte de su infancia y adolescencia en una granja influyó de manera determinante en la manera cómo Frank LLoyd Wright concibió la arquitectura. Como todos los talentos que han hecho historia, fue un hombre adelantado a su época, quien desde los inicios de su carrera cuestionó lo que consideraba convencional para adentrarse en la creación de nuevos conceptos.
El legado de Wright puede resumirse en dos propuestas fundamentales: la continuidad exterior del espacio interior, en un marco de armonía entre naturaleza y arquitectura; y la creación de un espacio expresivo en el interior de un volumen abstracto.
En sus primeras obras en solitario, conocidas como “casas de las praderas”, ya se podía apreciar el rechazo de Wright a concebir los espacios interiores como estancias cerradas y aisladas de los demás. En este tipo de viviendas unifamiliares fuertemente integradas con el entorno, el arquitecto logra áreas que se abren para lograr transparencia visual, profusión de luz y una sensación de amplitud y apertura. En estas construcciones Wright establece por primera vez la diferencia entre “espacios definidos” y “espacios cerrados”, valiéndose de materiales ligeros para las divisiones o de techos con alturas diferentes, que permitieran evitar los cerramientos sólidos innecesarios.
Otra de sus obras destacadas es la Casa Kaufmann o Casa de la Cascada, adaptada perfectamente a un terreno escalonado y prolongada hacia el exterior logrando integración con el entorno. Aun cuando no la formuló teóricamente, Wright es considerado el máximo exponente de la arquitectura orgánica u organicismo, concepto desarrollado por el arquitecto y crítico de arte italiano Bruno Zevi, a raíz de esta particular obra de hormigón armando. Como ejemplo magistral del organicismo sobresale el complejo Taliesin West de Phoenix, donde Wright resumen todos los elementos que habían caracterizado su obra hasta entonces.
Frank Lloyd Wright nació en 1867 y vivió 91 años. Su prolífica vida, que lo muestra como precursor de la arquitectura moderna, culmina de manera brillante con el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, un edificio que materializa una nueva concepción del espacio, basada en el desarrollo orgánico de plantas curvas que se suceden en un continuum.
A lo largo de 60 años de carrera nunca abandonó la reflexión y los planteamientos teóricos. Wright no sólo ha dejado una arquitectura hermosa y armoniosa, sino un conocimiento invaluable reflejado en sus construcciones y en más de 20 libros, charlas y entrevistas. A continuación algunos de sus pensamientos:
Sobre la arquitectura:
“¿Qué es arquitectura? ¿Una vasta colección de edificios que han sido construidos para complacer los diversos gustos de distintos señores? Creo que no. Sé que la arquitectura es vida, o al menos la vida misma tomando forma, y por lo tanto el registro más verdadero de la vida como fue vivida en el pasado, como es vivida hoy o cómo alguna vez se vivirá. Por lo tanto, la arquitectura que conozco es un gran espíritu”.
“La arquitectura es la madre de las artes. Sin una arquitectura propia no tenemos alma de nuestra civilización”.
Sobre la ambición:
“Tienes que poner todo el corazón en algo si realmente quieres lograr alguna cosa que valga la pena”.
Sobre la arquitectura moderna:
“El arquitecto debe esforzarse continuamente por simplificar. El conjunto de las habitaciones debe ser cuidadosamente considerado para que la comodidad y la utilidad puedan ir de la mano con la belleza”.