Tal parece que en nuestros días los arquitectos dejaron de competir por realizar la construcción más bella o el edificio más alto. Eso quedó en el pasado. El reto en las mentes creativas de esta profesión es ahora la lucha contra la contaminación.
Pues sí. Los arquitectos son los paladines modernos del retorno a lo verde, del uso de lo reciclable y no contaminante. De ello hay pruebas en casi todo el planeta. Desde de las propuestas de las ciudades con techos verdes, hasta lo más reciente que son los edificios que usan árboles y otros materiales para eliminar el dióxido de carbono.
El ejemplo que Taiwan dio
La ciudad de Taipei quiere quedarse con los récords. Y es tener el segundo edificio más alto del mundo no le fue suficiente (la Torre Taipei 101 de unos 508 metros de altura), ahora también tendrá sino el más, al menos uno de los más descontaminantes.
La torre Tao Zhu Yin Yuan o Ágora Garden es el sueño del arquitecto belga Vincent Callebaut. Este proyecto que se inició en 2013, está inspirado en la doble espiral de la cadena de ADN, razón por la cual su diseño que incluye 40 apartamentos tiene forma helicoidal. Pero esto, si bien es interesante y novedoso, no lo es tanto como que en la misma se albergarán unos 23.000 árboles y arbustos plantados en el suelo y balcones.
Ubicada en el lujoso distrito XinYin de la capital de Taiwán, la torre no solo es sostenible en términos medioambientales y evidentemente un prototipo de edificio verde absorbente, sino que también es antisísmica. Otro dato importante de este edificio es que actuará como un “bosque urbano” pues será capaz de absorber anualmente 130 toneladas de CO2.
No muy alto pero con todas las comodidades
El Tao Zhu Yin Yuan no es un edificio muy alto, tiene 93 metros de altura. Cuenta 20 niveles habitables y superpuestos verticalmente que se estiran y retuercen 90 grados. Además, la magia de su diseño permitirá a la torre mostrar distintas caras al peatón dependiendo del punto desde el cual la observe.
Los afortunados habitantes de esta magistral obra arquitectónica no solo disfrutarán de excepcionales vistas panorámicas de la ciudad, sino que además tendrán a disposición una gran cantidad de jardines suspendidos en los que habrá nidos para aves; plantas comestibles, aromáticas y medicinales; espacios de compostaje para convertir los desechos en fertilizantes orgánicos y tanques de almacenaje de agua de lluvia. Por si fuera poco, en el techo del edificio estará instalada una pérgola fotovoltaica de 1,000 m² para transformar los rayos solares en electricidad, la cual se reintroducirá en la red del edificio. Debajo de esto habrá jardines panorámicos, cuyas plantas filtrarán y purificarán la lluvia recogida y reinyectarán el agua en las tuberías de la torre.
La torre Tao Zhu Yin Yuan que ya está casi concluida, tal como planificó su arquitecto, será entregada a finales de este año como el pulmón que Taiwán y el mundo necesitaban.