La ciudad de Pequín ha tenido un sustancial crecimiento poblacional, turístico y como ciudad de negocios, por lo que su aeropuerto actual, con poco tiempo de haber sido inaugurado, se ha hecho pequeño para servir a la ciudad. La respuesta del Beijing New Airport Headquarters ha sido sencillamente, espectacular. De la mano del equipo de la arquitecta Zaha Hadid, se le ha dado luz verde a la construcción del aeropuerto más grande del mundo, una estrella de 5 puntas que comenzará a brillar en 2018.
El distrito de Dexing en Pekín, a 46 kilómetros del centro de la ciudad, será la cuna de este espectacular aeropuerto que cuenta con un área de construcción de más de 700.000 metros cuadrados. Lo que destrona al aeropuerto de Estambul y lo convertirá en el más grande de todo el mundo. La edificación constará de un ala central de la cual partirán 5 brazos. Tiene un diseño modular, lo que le permitirá ampliarse en el futuro e incluso adecuar sus instalaciones al flujo de pasajeros en las distintas etapas del año. Se espera que para su apertura en 2019 pueda recibir hasta 72 mil pasajeros por año y que esta cifra pueda incrementarse hasta recibir 100 mil pasajeros y 4 toneladas de carga para el año 2025. Contará con 4 pistas de aterrizaje que verán partir hasta 620.000 vuelos anuales con una distancia de al menos 600 metros cuadrados entre ellas.
Belleza e inteligencia en mismo lugar
La tecnología será la protagonista en esta maravilla arquitectónica. Los vuelos nacionales e internacionales estarán organizados en alas diferentes y de forma estratégica para disminuir el tiempo de las escalas. Contará con transporte eléctrico para trasladarse por toda su extensión, además de paneles solares para hacerse sustentable, un sistema de reciclaje de agua y desechos. Adicionalmente, concentrará todos los sistemas de transporte para conectarse con el centro de la ciudad, el actual aeropuerto y el centro financiero, entre ellos el tren de alta velocidad Gaotie, para el cual dispondrá de 80 mil metros cuadrados.
El diseño de este proyecto busca enaltecer la armonía de la cultura china, la belleza de sus paisajes y el uso de colores que evoquen la paz de sus tradiciones. El Beijing New Airport Headquarters inició en 2011 el concurso para este proyecto y los ganadores, Zaha Hadid Architects y ADP Ingenierie presentaron un diseño compacto, espectacular, armónico, con forma de estrella de cinco puntas. Cada punta poseerá una decoración orientada a distintos aspectos de la cultura china: la porcelana, escritura, la cultura del té, las granjas de arroz y los jardines chinos.
La operatividad de este aeropuerto busca ser un catalizador para el efervescente crecimiento de la ciudad de Pekín e incluso extender esta fiebre de progreso a las provincias aledañas.