Eso de mudarse es bastante engorroso. Y es que adaptar todo lo que se tiene a un espacio diferente sea este más grande o más pequeño, es siempre un dolor de cabeza. Tan solo imagine la posibilidad de llevarse su casa, esa que probablemente compró con esfuerzo y a la que tiene tanto apego, a un escenario diferente. Es por eso que la nueva tendencia de “casas transportables” es para muchos una mezcla de sueño hecho realidad, con la respuesta a todas sus oraciones.
La idea que surgió en los años 60, gracias a un colectivo inglés de arquitectos denominado Archigram. Ellos concibieron The Walking City, un conjunto de estructuras y edificaciones movibles que pudieran trasladarse de un lugar según las necesidades de sus dueños. Sin embargo, es ahora, en el siglo XXI cuando su idea entra en auge y se combina con la preocupación por el impacto medioambiental que genera las construcciones habituales.
La tendencia se enfoca en construcciones modulares, prefabricadas, muchas veces con materiales reciclados y en las que se ha incorporado conceptos de la autosuficiencia y flexibilidad, permitiendo a sus nómadas usuarios trasladarlas fácilmente a través de camiones. En la actualidad, muchos arquitectos han puesto su creatividad en marcha y han creado diversas vertientes de este concepto. Compartimos a continuación algunos de los más interesantes:
Casas plegables. Sí. No es una locura. La casa viVood es una propuesta de arquitectos e ingenieros españoles que tiene como base en un sistema plegable que permite el despliegue de la estructura de la vivienda sobre su propio sistema de soporte. Es decir, a través de piezas prefabricadas y desmontables de madera, la casa se puede ensamblar en pocas horas en cualquier lugar.
El proyecto es diseñado y fabricado con materiales locales, lo que significa un óptimo aprovechamiento de los recursos naturales, y constituye un sistema integral donde las emisiones de CO2 son mínimas. También tiene un sistema de empaquetado optimizado que permite transportar más piezas en menos espacio.
La altura máxima es de 2,50 metros, mientras que la superficie es variable y va desde los 12,30 hasta los 32,10 metros cuadrados que sería el módulo más grande. Además, a estas casas es fácil incorporarles sistemas energéticos pasivos como baños secos, aljibe para el agua y paneles solares. Nota importante: los fabricantes aseguran que la casa puede montarse y desmontarse sin sufrir daño alguno garantizando la reversibilidad del proceso.
Whangapoua, la casa playera. Una familia neozelandesa amante del mar se acercó a los arquitectos Crosson Clarke Carnachan para que les construyeran una casa. Hasta aquí todo normal, lo complicado fue cuando les dijeron que querían que se pudiera mover para que no fuera enterrada por la arena. Así que, esta firma de arquitectos proyectó una simpática vivienda movible, en madera, a la que los dueños pueden mover a su antojo con un tractor.
El diseño de arquitectura modular de la casa (40 metros cuadrados) le permite adaptarse a los diferentes entornos. La cocina, el cuarto de baño y el salón, están en la planta baja. La azotea recoge el agua de lluvia que luego empleará la vivienda y las contraventanas forman parte de la piel de fachada, las cuales además le sirven de toldo. Las principales estancias pueden abrirse completamente al paisaje, extendiéndose al exterior los espacios interiores.
Una vez finalizada su construcción, la casa Whangapoua recibió premios en Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Corea del Sur y Gran Bretaña.
La casita de la pradera. Seguramente la firma de arquitectos españoles Ábaton se inspiraron en la casa de la familia Ingalls para darle forma a su vivienda transportable ÁPH80. La casa a dos aguas y aspecto industrial, está hecha con paneles de un material hidrófugo y de naturaleza aislante que además responde a las actuales exigencias de ecoeficiencia. Pensada para ser habitada por dos personas (27 metros cuadrados) de una manera cómoda sin renunciar a la estética, puede ser transportada en un camión e instalarse en cualquier lugar.
Aunque parece de arquitectura modular, lo cierto es que está integrada por tres tipos de módulos: salón-cocina, baño y dormitorio, que el dueño puede combinar según sus necesidades. Uno de los aspectos más interesantes de esta casa, es sin duda, la disposición de sus ventanas. En el cuarto, se sitúa justo por encima de la cama, lo que facilita el disfrutar del paisaje, mientras que la del baño está más elevada para agregar intimidad y ventilación a este espacio.
Otro punto a resaltar en esta vivienda es que entra en contacto con el suelo que la alberga a través de pilares metálicos de 20 cm, hincados en unas estructuras de hormigón que la levantan sobre el terreno, protegiéndola y aislándola.
Así pues, si bien la arquitectura actual pareciera estar cada vez más unida a la apetencia de nuestros sueños y lo cierto es que los ha ido encausando por la vertiente del cuidado del medioambiente.