Bio-ladrillos: la última innovación para la arquitectura moderna

Los bio-ladrillos son, sin duda, una innovación que se suman a la enorme proliferación de materiales delos que la arquitectura moderna puede echar mano para acercarse más a procesos de construcción más ecológicos. Este primer biobloque producido a partir de la orina humana fue presentado por la estudiante de maestría en ingeniería civil de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT), Suzanne Lambert, significará, según los expertos, un cambio de paradigma en la recuperación de residuos.

Con respecto a la creación de este innovador material, el doctor Dyllon Randall, profesor titular de ingeniería de calidad del agua y supervisor de Lambert, explicó que los bio-ladrillos se crean a través de un proceso natural llamado precipitación de carbonato microbiano. Dijo el profesor Randall que este procedimiento no es diferente a la forma en que se forman las conchas marinas.

La noticia del desarrollo del bioladrillo ha sido muy bien recibida por ambientalistas y estudios arquitectónicos orientados a lo verde. A diferencia de los ladrillos comunes que se hornean a  temperaturas de alrededor de 1.400 ° C y producen grandes cantidades de dióxido de carbono, los bioladrillos se fabrican en moldes a temperatura ambiente. 

A gusto del cliente

Según afirma la información distribuida por la Universidad del Cabo, Lambert y el estudiante de ingeniería civil Vukheta Mukhari han estado trabajando arduamente en el laboratorio, probando varias formas de bioladrillos y resistencias a la tracción para producir un material de construcción innovador. 

Gracias a esos experimentos los estudiantes han podido afirmar que la fuerza de los ladrillos biológicos dependería de las necesidades del cliente.»Si un cliente quisiera un ladrillo con una resistencia  mayor en un40% de piedra caliza, solo se tendría que permitir que la bacteria fortaleciera el sólido haciéndolo crecer por más tiempo «, dijo Randall.

“Cuanto más tiempo permita que las pequeñas bacterias produzcan el cemento, más fuerte será el producto. Podemos optimizar ese proceso”, añadió.

Nada nuevo bajo el sol

Pero el tema de los bioladrillos no es exactamente nuevo. De hecho, el concepto de usar urea para cultivar ladrillos ya se había probado en los Estados Unidos hace algunos años. La diferencia entre este primer acercamiento a la fabricación al bioladrillo y el ladrillo desarrollado por Lambert, es que el primero se hizo a partir de soluciones sintéticas, mientras que éste último usa orina humana real.

Esto implica importantes consecuencias para el reciclaje de residuos y el reciclado. Además, el proceso de bio-ladrillo produce como subproductos nitrógeno y potasio, que son componentes importantes de los fertilizantes comerciales.

A decir del profesor Randall, químicamente hablando, la orina es oro líquido. Explica el catedrático que alrededor del 97% del fósforo presente en la orina se puede convertir en fosfato de calcio, el ingrediente clave en los fertilizantes que sustentan la agricultura comercial en todo el mundo.

Así pues, esta invención no solo revolucionará el mundo de la construcción y la arquitectura, sino que está creando cambios de paradigmas con respecto a cómo la sociedad considera el desperdicio y el reciclaje de la orina.