“Green is good” parece ser el lema de los años que están por venir en lo que arquitectura se refiere. Los llamados edificios verdes o construcciones sustentables son parte de los desarrollos que más interés generan en estos momentos en empresas y gobiernos en todas partes del mundo.
A principios de 2016, Dodge Data & Analytics and United Technologies Corporation, en el que ha colaboración con World Green Building Council (WGBC) realizaron un importante estudio sobre las tendencias en este sector y los mercados con más propensión al desarrollo de este tipo de edificaciones. Esta investigación arrojó datos interesantes, entre los que destacan que un 60% de las empresas constructoras esperan que los edificios certificados como “sustentables” se dupliquen en 2018 y que el crecimiento de esta tendencia se dará principalmente en los países de economías emergentes como México, Brasil, Colombia, Arabia Saudita, Sudáfrica, China y La India.
Algo muy interesante es ver que los desarrollos más impactantes en este sentido estarán en países del Medio Oriente. Diseños pasivos que evitan las altas temperaturas de su exterior y contribuyen al mejoramiento de la calidad del aire, son dos de los beneficios de estas construcciones que estéticamente son casi una obra de arte. Entre los ejemplos más resaltantes se puede nombrar el Aeropuerto Internacional de Kuwait. Su terminal diseñado en forma de trébol, responde al clima de uno de los lugares más calurosos de la tierra y está hecho con paneles fotovoltaicos que recogen la radiación solar.
Otra muestra del interés de Oriente por este tipo de arquitectura es el proyecto del edificio del Parlamento de Abu Dhabi. Este mezclará diseño solar pasivo con técnicas tradicionales de arquitectura del desierto.
Pero Latinoamérica no se queda atrás. El aeropuerto internacional de Ciudad de México, no solo será la obra de infraestructura más grande del país en los últimos 50 años, sino la terminal aérea más sustentable del mundo. El proyecto realizado por la misma empresa de arquitectura del de Kuwait (Norman Foster) integrará la monumentalidad de las construcciones aztecas con tecnología de última generación para el aprovechamiento de la luz solar y la recolección del agua pluvial. Esto permitirá que la electricidad y el agua de este aeropuerto sean autogeneradas. Además, el aeropuerto no tendrá aire acondicionado, ya que un sistema de ventilación natural refrescará sus corredores.
A esta tendencia se están sumando otros países. En Panamá, por ejemplo, ya existe un total 94 proyectos registrados para la certificación LEED (Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental), 23 de los cuales ya están aprobados.
Sin embargo, muchos se preguntarán el porqué de este súbito interés por las construcciones “verdes”. La respuesta a ello va más allá de la simple preocupación por la ecología y el respeto al medio ambiente. Lo cierto es que el calentamiento global es un hecho tan palpable que en la última década, el 94% de los países registraron los años más cálidos de su historia, razón por la cual han surgido una serie de movimientos inmobiliarios y de construcción que se enfocan en la utilización de materiales reciclables y de optimización del uso del agua y energía solar, en conjunto con tecnología de punta. Y es que según las estimaciones, los edificios verdes pueden ahorrar de 24 a 50% en energía y 40% en agua. Además de reducir de entre 33 y 39% las emisiones de CO2 y 70% los desperdicios sólidos. Así pues, la construcción verde no sólo va a la conquista del mundo, sino más bien a la salvaguarda del mismo.