Descubra los 5 materiales de las casa del futuro

La arquitectura actual está metida de pies y cabeza en un gran proceso de reinvención, en el que los materiales empleados para hacer estructuras son el foco. Y es que sí, todo evoluciona. Por eso en este cambio de visión hacia lo ecológico, lo sustentable y lo reciclable, algunos materiales empleados en la construcción han vuelto, mientras que otros empiezan a desaparecer.

Así pues, los materiales sostenibles, esos que no dañan el medio ambiente y que nos ayudan a depurar el entorno, son el centro de las más modernas propuestas en todo el mundo. En su invención o reutilización convergen la visión contemporánea de investigadores y creadores, que no dejan de maravillar a propios y a extraños.

Si al llegar hasta aquí se está preguntando cuáles son los materiales más novedosos o los que con más frecuencia veremos en las casa del futuro, prepárese porque se sorprenderá.

Los 5 materiales de la arquitectura del futuro

La madera. Siempre presente en la historia de la arquitectura, la madera vuelve a por su reinado. Desplazada por el concreto y otros componentes, ésta, al ser el material de construcción de menor impacto ambiental ha retornado para quedarse. Sin embargo, la hora del uso en las construcciones, ésta debe venir certificada, garantizando que procede de la tala responsable, es decir, los fabricantes deben estar comprometidos con la plantación nuevos árboles por cada uno que talan.

En este sentido, un tipo de madera que se ha puesto muy de moda es la del mago. Sí, así como lo oye. La globalización del consumo de esta deliciosa fruta ha hecho que aumente el cultivo de este árbol que alcanza, en 10 años tal altura que hace imposible su recolección por lo que se tala y se replanta. De hecho, está tan en boga que es incluso utilizada en la fabricación de muebles, y firmas tan prestigiosas como la británica Mater la incluyen en su catálogo.

La madera cuenta entre sus propiedades el ser aislante. Es decir, mantiene una casa fresca en verano y templada en invierno, por lo que es, sin duda, el material de construcción más sostenible y más energéticamente eficiente.

Papel reciclado. No, no nos volvimos locos. El reciclaje de papel de periódico tratado con sales de bórax, ha permitido la creación de un aislamiento increíble para las casas. Este aislamiento de celulosa, le proporcionan a las edificaciones propiedades ignífugas, insecticidas y anti fúngicas.

Algo muy interesante en este sentido es que la celulosa tiene un capacidad de conductividad térmica muy bajo y por ello requiere poca energía de fabricación (5 KWh/m³), si se le compara con la necesaria para la producción de materiales tradicionales con la lana de vidrio y lana de roca (180 KWh/m³). Además, ésta se comporta como la madera, en términos de equilibrio de temperaturas, y su desfase térmico (tiempo que tarda en transmitir el calor o frío de un lado a otro de su grosor) es de entre 8 y 10 horas. Ahhh, todo esto sin que olvidarse de factor de aislamiento acústico, el cual está muy por encima de los aislamientos tradicionales.

Krion®. Este es material de nueva generación desarrollada por el grupo español Porcelanosa. Cálido al tacto y similar a la piedra natural, está compuesto por dos terceras partes de minerales naturales (Trihidrato de Alúmina) y un bajo porcentaje de resinas de gran resistencia, lo cual lo dota particularidades exclusivas: carencia de poros, superficie antibacterial, dureza, durabilidad, facilidad de reparación, escaso mantenimiento y fácil limpieza.

A todo lo anterior hay que sumarle que el Krion es 100% reciclable, tiene baja conductividad térmica, bajo peso, ofrece aislamiento acústico, sus juntas son imperceptibles y es resistente tanto a los impactos como a las altas temperaturas.

Utilizado en encimeras y mobiliario, puede y esta siendo empleado para revestimiento exterior e interior y la fabricación de diversos productos.

Jesmonite. Este es conocido como el camaleón de los materiales de construcción. Se le puede utilizar para replicar la apariencia y la textura de cualquier acabado de superficie en cualquier color.

Hecho a partir de una combinación de restos de materiales naturales y agua, no tiene disolventes, lo que le agrega la virtud de ser un material respetuoso con el medio ambiente. Entre sus ventajas se cuentan que es flexible y más duradero, por su alta resistencia a los impactos. Es más ligero que la piedra, el hormigón reforzado con vidrio y los productos de arena y cemento, lo que hace que sea ideal para sets de rodaje y construcciones efímeras.

Y si todo lo anterior no fuera suficiente, es un el jesmonite material seguro. Tiene una resistencia al fuego de clase 0 y una densidad de humo y características de toxicidad reducidas.

Pintura solar. La eficiencia energética es la próxima frontera de la construcción. Es por eso que el desarrollo de la pintura solar que se está haciendo en la Universidad de Sheffield (Reino Unido), ha generado tanto interés.

Estos investigadores trabajan en la creación de un spray capaz de transformar cualquier tipo de superficie en un panel de energía solar gracias a un mineral llamado perovskita, que tiene la propiedad de absorber la luz. Su eficacia es del 20% frente al 25% que consiguen las placas solares de silicio, de la actualidad. Y aunque si bien su eficiencia es menor, esto se ve compensado con lo que es fácil aplicación sobre prácticamente cualquier superficie imaginable.

Además de ser evidentemente menos costoso que los paneles fotovoltaicos, desde ya se habla de que esta pintura tiene la capacidad para generar energía incluso en condiciones de poca luminosidad solar.

Muchos de estos materiales ya están disponibles, aunque quizás no son tan conocidos en estos momentos. No obstante, tras la crisis del COVID-19 muchos de ellos han empezado a despertar el interés de arquitectos y constructores que entienden la importancia de la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.