
En el pintoresco entorno de Andalo, en la región de Trentino, Italia, el estudio Peter Pichler Architecture presenta TreeHugger, un hotel de montaña que redefine la relación entre arquitectura y naturaleza. Este proyecto, cuya inauguración está prevista para 2025, se erige como un paradigma del lujo biofílico, integrando diseño contemporáneo y sostenibilidad en el corazón de los Alpes italianos.
TreeHugger destaca por su construcción íntegra en madera, empleando técnicas y materiales que reflejan un profundo respeto por el entorno natural. La estructura se inspira en las formas de los árboles circundantes, con techos inclinados que emulan las copas de abetos y alerces locales.
Esta elección no solo armoniza estéticamente con el paisaje alpino, sino que también optimiza la eficiencia energética del edificio. Según Designboom, este enfoque arquitectónico busca crear una experiencia inmersiva, permitiendo a los huéspedes una conexión directa con el bosque que los rodea.
Integración con el entorno alpino
Situado en Andalo, una localidad reconocida por sus paisajes montañosos y actividades al aire libre, TreeHugger se integra cuidadosamente en su entorno. El hotel comprende varias

unidades elevadas entre 10 y 15 metros sobre el suelo, cada una con superficies que oscilan entre 35 y 45 metros cuadrados distribuidos en dos niveles.
Esta disposición permite minimizar el impacto en el suelo forestal y ofrece a los huéspedes vistas panorámicas inigualables de los Dolomitas.
Sostenibilidad y el lujo biofílico
El concepto de lujo biofílico de TreeHugger se manifiesta en su compromiso con prácticas sostenibles. El uso de madera local y técnicas de construcción que respetan el ecosistema subrayan esta filosofía. Peter Pichler Architecture enfatiza que el futuro del turismo radica en la relación armoniosa entre el ser humano y la naturaleza, y que una arquitectura bien integrada puede amplificar esta conexión sin necesidad de elementos superfluos.
El diseño de TreeHugger ofrece una interpretación contemporánea de las cabañas alpinas tradicionales. Las unidades, elevadas y accesibles mediante escaleras internas, cuentan con amplios ventanales que inundan los espacios con luz natural y ofrecen vistas directas al bosque. El interior combina madera natural con textiles locales, creando una atmósfera cálida y acogedora que invita a la contemplación y al descanso.