
No existe cocina pequeña, hay espacio mal aprovechado, dijo un famoso interiorista hace unos años. Así que esos electrodomésticos de alta gama que tanto quieres comprarte pueden ser parte de tu cocina con solo saber cómo y dónde colocarlos.
Interioristas y arquitectos aseguran que tener consciencia del tipo de cocina es la guía para el mejor aprovechamiento del espacio. Por ejemplo, las cocinas alargadas, habituales en pisos urbanos, aunque a priori puede parecer que tienen pocas posibilidades estéticas y funcionales, lo cierto es que con ingenio y proporción pueden dar mucho juego y no tener nada que envidiar a las anchas y cuadradas.
Incluso, a distribuciones supuestamente tan complejas como la de las cocinas en línea, en L e incluso en U, pueden sacárseles ventajas con algo de imaginación e ingenio. Una fórmula muy usada actualmente, es abrir las cocinas al recibidor, al salón o al comedor, para multiplicar sus metros visuales al instante.
Después, otros trucos son el uso del blanco, la instalación de una barra de desayunos por aquí, una balda por allí. Acá compartimos otras ideas que te ayudarán a aprovechar cada milímetro de tu cocina.
Blanca y en paralelo

El blanco es la mejor opción, que no la única, en cocinas alargadas, ya que amplía el espacio disponible, potencia la luminosidad y de paso da un plus de higiene y limpieza. Además, el ‘total white’ permite disponer de un frente con armarios superiores, que sin duda ofrece más espacio de almacenamiento y convierte tu cocina en funcional.
Con una disposición en paralelo, la zona de fuegos está frente al fregadero lo que agiliza el paso entre ambos. Como verás la funcionalidad está asegurada. Un consejo: intenta que el área de salida de esta distribución que genera una U esté libre.
Estantería abierta que actúa de tabique

Las estanterías abiertas se han convertido en uno de los elementos divisorios preferidos por los interioristas, ya que delimitan o unifican, sin perder ligereza, capacidad de almacenaje ni luminosidad. En esta cocina abierta al salón, además, actúa como barra de desayunos, que puede hacer también de mesa de trabajo, según el momento del día.
El diseño de esta estantería abierta también merece un apunte. Por un lado, por su fuerza visual por dimensiones que ‘rompe’ con la estética tanto del salón como de la cocina y reclama un papel principal. Y por otro, por el tamaño y disposición de las baldas, que ofrece más espacio para guardar y se adapta a las necesidades.
En L y con un banco que conecta ambientes
Aunque normalmente en este tipo de cocinas, la distribución en línea es la más usual, lo cierto es que también funciona muy bien la planificación en L. En estas, por lo general, la parte larga acoge una encimera con fregadero y placa que se alarga hacia el salón, con cajones inferiores, estableciendo una sintonía visual perfecta. Mientras que la zona corta de la L cuenta con la ventana y el frente de electrodomésticos y armarios que, incluso, es de otro color.
Para que esta fusión funcione, es importante que los muebles no sean los típicos de cocina, sino que pertenezcan al salón. Además, en cocinas alargadas es preferible no poner tiradores y usar, en su defecto, uñeros o puertas con sistema push.

Con una barra estrecha
Una barra estrecha con dos taburetes siempre es una buena idea en casi todos los tipos de cocina. Para darle un toque adicional de estilo una lámpara de suspensión y un detalle como un jarrón al final de la misma, producen un impactante efecto visual que hace que no echemos de menos una planta cuadrada y sobrada de metros.
A veces, el atrevimiento puede jugar a tu favor… ¡y los detalles también!
Con una ‘pared’ de acento
Los electrodomésticos de suelo a techo crean una auténtica pared de acento, que acapara las miradas y hace que te olvides del resto. Nos gusta la distribución que se abre al comedor y al salón y dispone de una península que crea dos frentes de trabajo enfrentados, una solución mucho más cómoda para el día a día.
Los diferentes diseños de cocinas pueden ser todo un desafío en términos de diseño y funcionalidad, pero con las estrategias adecuadas, es posible transformar estos espacios en áreas estéticamente agradables y altamente funcionales. Aprovechar al máximo el espacio disponible, jugar con los colores y las texturas, y elegir el mobiliario adecuado son claves para sacarle le mayor partido. Con estas ideas, no hay razón para envidiar las cocinas más amplias y cuadradas.