Cómo limpiar la placa de vitrocerámica (y no morir en el intento)

Las placas de vitrocerámica son definitivamente más vistosas y suelen ser las preferidas de los chefs de casa que además son amantes del diseño. Ellas son como espejos que dan un toque de elegancia a nuestras cocinas, sin contar con que trabajar en ellas es un verdadero placer.

Ahora bien, su cuidado es todo un tema. Sobre todo, si queremos conservarlas tan hermosas como el primer día.

Si bien el uso continuado puede producir que se vean desgastadas y opacas, es muy sencillo recuperarlas. La clave de todo es conocer ciertos trucos y utilizar productos que no sean muy abrasivos.

Estos mismos trucos también puedes usarlos si tienes una placa de inducción, ya que ambas tienen una superficie de cristal. No te preocupes si tienes manchas quemadas o pegadas, con estos tips que hemos preparado podrás devolverle el brillo que te conquistó.

Una única advertencia

Lo primero que hay que evitar a toda costa es usar cualquier herramienta de limpieza que pueda rayar la vitrocerámica, ya que los daños en su superficie pueden ser irreparables. Es por ello, que nuestro primer consejo viene en forma de advertencia.

No uses la rasqueta a menos que sea absolutamente necesario. Si has agotado todos los trucos que aquí te damos y, aun así, tu cocina sigue deslucida o manchada, entonces y solo entonces, puedes apelar a estar herramienta.

Utilizando productos específicos para este tipo de superficies y los tips caseros que aquí te damos, tenemos la certeza de que no será necesaria. Recuerda: el cristal de estas cocinas es delicado y hay ciertos químicos que hacen que pierda irremediablemente su brillo.

Cómo limpiar la vitrocerámica

Lo primero que debes tener en cuenta es que mientras más tiempo tardes en limpiar la vitrocerámica, más difícil será que quede bien. Por esto, siempre es recomendable limpiar la superficie de tu placa después de cocinar. Mientras más tiempo tardes, más te costará quitar las manchas.

En este proceso debes tener un poco de paciencia porque, aunque la rapidez es necesaria, debes esperar a que la cocina esté fría. Por raro que parezca, las manchas y la suciedad saldrán más rápidamente si ésta no está caliente.

El paso a paso del proceso es el siguiente:

1. Haz una limpieza superficial con un paño absorbente; retirando cualquier resto de alimento que haya caído en la placa. Una vez hecho esto, podrás verificar dónde están las manchas o los espacios que necesitan de mayor cuidado.
2. Aplica el producto de tu preferencia sobre la superficie manchada; extiéndelo y déjalo actuar por unos minutos.
3. Retira el producto con un paño absorbente húmedo y verifica si eliminó toda la suciedad.
4. Seca la superficie para darle brillo.
5. Si la vitrocerámica está muy sucia y no quedó completamente limpia con este proceso, usa la rasqueta. Eso sí, sin presionarla muy fuerte contra el vidrio y en un ángulo que no sea recto. Y jamás uses esponjas de aluminio o cuchillos para sustituir la rasqueta.

Trucos caseros para darle brillo

Existen recetas caseras que son muy fáciles de preparar y que le devuelven el brillo a tu cocina sin que corras el riesgo de que ésta quede opaca por ser demasiado abrasivos. Si la superficie está quemada, mezcla dos cucharadas de bicarbonato de sodio, un poquito de vinagre y agua hasta formar una pasta.

Extiende esta pasta sobre la quemadura y deja actuar por unos minutos. Esta receta también funciona si sustituyes el vinagre por unas gotas de limón.

Para finalizar, recomendamos el uso de hielo como medida extrema. Frota la mancha con un cubo de hielo durante un minuto y luego pasa la rasqueta. El hielo endurecerá la mancha y hará más fácil que la puedas eliminar.

Y como siempre, lo ideal es que cuando se produzca una salpicadura en la placa mientras cocinas, la retires inmediatamente con un paño o con papel de cocina. Este es el remedio más eficaz.