Los electrodomésticos son una inversión importante en el hogar. Pero estos son frecuentemente olvidados una vez instalados, dejando su mantenimiento en el último lugar de los pendientes.
Para garantizar la eficacia de estas herramientas del hogar y alargar su vida útil, es vital tomar ciertas precauciones y acciones en su mantenimiento que son importantes recordar. A continuación, 3 reglas de oro para cuidar de sus preciados electrodomésticos.
1.-Leer el manual de instrucciones
Aunque parezca obvio, la verdad es que muchas veces el manual de instrucciones es completamente ignorado. En él podemos conseguir información clave y específica sobre nuestro nuevo artículo y cómo debe ser instalado y mantenido en el tiempo.
Especialmente si se trata de un electrodoméstico inteligente, que combina las funciones tradicionales con las del Internet de las Cosas y requiera de una programación puntual para satisfacer los requerimientos del usuario, el manual de uso del mismo debe convertirse en su mejor amigo.
La razón de ello es muy sencilla. En él podrá encontrar los porqués a interrogantes que suelen surgir a la hora de limpiarlo e incluso de usarlo.
Así que si no sabe dónde metió el manual del horno o refrigerador que acaba de comprar, busque en el site de la marca. Muchas veces allí están en pdf descargable.
2.- Chequear los enchufes
Antes de enchufar y comenzar a utilizar los nuevos electrodomésticos, es importante chequear que los enchufes estén en buen estado. Es decir, que funcionen correctamente, que no hayan hecho ningún corto circuito previamente con algún otro aparato y que sean del tipo de corriente necesaria.
Esto evitará no solo la sobrecarga en el artefacto, sino que impedirá que este se queme o se funda. Si habitamos una casa de más de 10 años de construcción, hacer revisar los enchufes por un electricista es una medida de precaución importante.
Otra cosa. Siempre que los electrodomésticos no se estén utilizando, es conveniente desenchufarlos para evitar que la corriente remanente pueda dañarlos o que un cambio de voltaje les afecte.
También es recomendable, en la medida de lo posible, prescindir del uso de extensiones, sobre todo en aquellos aparatos de uso permanente como la nevera, la campana o la lavadora. Igualmente, es importante evitar enchufar más de un equipo por tomacorriente.
3.- Estudiar el lugar indicado
Al momento de escoger el lugar que ocupará el nuevo electrodoméstico, es necesario pensar en algo más que en la funcionalidad de la decoración. Se trata de ubicarlos en el lugar más conveniente para que funcionen de manera óptima y al mismo tiempo, evitar accidentes.
El refrigerador, por ejemplo, no debería ubicarse próximo a fuentes de calor importantes como el horno o junto a la ventana, si la luz del sol entra por ella y le da directamente. Evitar esto le garantizará que el motor haga menos esfuerzo para mantener el frío en el interior del aparato.
Los electrodomésticos de uso puntual como las licuadoras no deberían ubicarse cercanos a fuentes de agua, para evitar cortocircuitos. Las estufas de gas no deben instalarse cerca de las ventanas pues una ráfaga de aire podría hacer que las llamas se salgan de control.
En conclusión, antes de disfrutar de la maravilla de un nuevo electrodoméstico, es necesario pensar en la seguridad y en las condiciones para obtener de él, el mayor beneficio posible. Recuerde, el sentido común y algo de asesoría son guías excelentes para encontrar la distribución más segura de los electrodomésticos en la cocina.