Como espacio clave en una casa, la cocina reúne un conjunto de aparatos que aportan calidad de vida. A la hora de cocinar hay muchas opciones, y entre ellas, el sistema de inducción ofrece características muy apreciadas por los amantes del arte culinario que apuestan por la calidad y lo práctico. En este sentido, los topes de inducción de Bosch® son más que apetecibles.
Flex® Inducción de Bosch® reconoce de manera automática el tamaño y la posición del recipiente, y únicamente genera calor donde es necesario: justo debajo de la base. Gracias a que los inductores funcionan separadamente, es posible usarlos todos al mismo tiempo, o sólo algunos de ellos, con un recipiente de gran tamaño o con varios pequeños. Dos áreas independientes de cocción, con un nivel de potencia para la zona trasera y otro para la delantera, suman valor para hacer de la flexibilidad una de las principales ventajas de los topes de inducción de Bosch®.
La seguridad también sobresale; el sistema de reconocimiento apaga el calor cuando no identifica ningún recipiente en la superficie, lo que reduce el riesgo de quemaduras e incendios, e incluso el de explosiones por fugas de gas, que llega a ser un riesgo de otras cocinas. La limpieza es fácil; como el cristal apenas se calienta, los alimentos no se pegan en el tope de cocción, los desbordamientos de líquido o salpicaduras no se requeman, y por ello basta con pasar un paño húmedo.
Máxima rentabilidad
Su alta eficiencia en la transferencia de calor permite que los topes de inducción cocinen más rápido que cualquier otro sistema, lo que supone un importante ahorro energético. Si bien su costo es más alto que el de otras opciones del mercado, el gasto eléctrico en el hogar suele ser un 40% menor. Flex® Inducción es ideal en usos cortos, como puede ser la fritura, donde la cocina de vitrocerámica convencional desperdicia energía por el calor residual. Con los topes de inducción de Bosch® el agua hierve en cuatro minutos, mientras que se necesitan siete en la cocina a gas y ocho con la vitrocerámica.
A la rapidez y eficiencia se suma la durabilidad. Se trata de un producto que se deteriora poco, pudiendo durar mucho tiempo con un aspecto impecable, como si fuese una cocina nueva. Para elegir hay opciones desde 60 hasta 90 centímetros de ancho, en negro, blanco y gris, y con diferentes acabados.
La tecnología de punta de los productos Bosch® es conocida a nivel mundial, siendo ésta una marca que atrae especialmente la atención del público que después de buscar calidad, apuesta por las propuestas de empresas que son responsables con el ambiente. Todos los electrodomésticos Bosch® se fabrican con un especial respeto por los recursos naturales. El principio de sostenibilidad impera en todas sus áreas de negocio; comienza antes de la producción y no termina hasta haber reciclado el último material de embalaje. De hecho, en Bosch® se recogen y separan los residuos de producción como parte de los procesos en fábrica, lográndose un reciclaje de hasta 92%.
Bajo esta filosofía, los topes de inducción de Bosch® reúnen todos los puntos para protagonizar la cocina como un producto estrella.