La importancia de lavar la lavadora

No es un trabalenguas, lavar la lavadora es tan justo, como necesario. Uno de los electrodomésticos más importantes en el mantenimiento del hogar, es también muchas veces, uno de los más olvidados en cuanto al cuidado que amerita para funcionar correctamente.

El mantenimiento de la lavadora, sin importar la marca, o el modelo, es crucial para alargar su vida útil, así como la de la ropa o lencería familiar. Es por tanto, importante comenzar a fijar en el calendario un día para, con simples medidas, dejar la lavadora… bien lavada.

¿Cómo empezar esta labor? Pues acá te dejamos sencillos pasos.

Cuidados sin filtro

¿Has pensado alguna vez a dónde van los cabellos, ligas, papeles, botones y hasta objetos de metal que muchas veces se cuelan entre la ropa que metes en la lavadora? Pues todo eso y más se queda asentado en el filtro que normalmente está ubicado en la parte de abajo del electrodoméstico.

De no hacer un mantenimiento regular del mismo, toda esa suciedad que debería ser recogida se quedará en la ropa. Lo que en dos platos significa que estarás perdiendo la lavada y dañando las prendas.

Así que, una vez al mes (dependiendo de la frecuencia de uso), se recomienda desconectar la lavadora, colocar algunos trapos en el suelo para recoger el agua sobrante, y sacar el filtro para lavarlo con agua fría y esponja o cepillo. Una vez limpio, es importante dejarlo secar bien antes de reinstalarlo.

Aclarando el cajetín

El cajetín donde se deposita el detergente o el suavizante es, irónicamente, el lugar menos limpio de la lavadora. Este suele ser el depósito de los restos de estas sustancias que se quedan  incrustadas en el plástico.

Para lavarlo, basta sumergirlo por un rato en agua tibia y luego enjuagar con agua fría. Esto hará que todo el material pegado quede disuelto, lo que devolverá el cajetín a su estado de limpieza original.

Lo más importante, el tambor

El tambor puede desinfectarse una vez al mes con una mezcla de vinagre blanco y bicarbonato. Esto se agrega al agua de una carga sin ropa y, si le das un ciclo de lavado completo, dejarás el tambor como nuevo.

Es importante no utilizar en este lavado ningún producto que tenga lejía. El porqué es sencillo: pues puede dañar la ropa de la próxima carga.

Acto seguido, hay que limpiar las gomas. Esto debe hacerse con un paño húmedo. Al hacerlo te darás cuenta de dónde vienen esos puntitos negros que quedan ciertas prendas luego de lavarlas.

Para finalizar, una práctica muy recomendable en el mantenimiento de la lavadora es dejar la puerta abierta después de cada uso. Esto permite que la humedad residual se seque, lo que evita malos olores.

Con estos simples cuidados, la vida útil de tu lavadora se alargará en el tiempo. Y no solo eso, sino que tu ropa lo agradecerá pues evitarás manchas innecesarias y olores que definitivamente no quieres llevar contigo.